Mc. 14, 66 – 72 La negación de Pedro


“Estando Pedro abajo en el patio, llega una de las criadas del sumo sacerdote y, al verle calentándose, le mira atentamente y le dice - También tú estaban con Jesús de Nazaret -  Pero él negó - Ni sé ni entiendo qué dices -  y salió afuera, al portal, y cantó un gallo.
Lo vio la criada y otra vez se puso a decir a los que estaban allí - Este es uno de ellos. Pero él lo negaba de nuevo.
Poco después, los que estaban allí volvieron a decir a Pedro – Ciertamente eres de ellos, pues además eres galileo. Pero él se puso a echar imprecaciones y a jurar - ¡Yo no conozco a ese hombre de quien habláis! Inmediatamente cantó un gallo por segunda vez. Y Pedro recordó lo que le había dicho Jesús – Antes de que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres – y  rompió a llorar"




Comentario y pistas para la oración

Contemplemos a Pedro. Se ha atrevido a seguir a Jesús, aunque  de lejos. Los otros han huido y han dejado a Jesús solo, pero él resiste discretamente. Él, como siempre, tan ardoroso, había prometido que aunque tuviera que morir con Jesús no lo abandonaría. Pobre Pedro, había sobre estimado sus fuerzas y su amor por el Maestro. Cuando ve que la cosa se pone fea no es capaz de mantenerse firme. Han detenido a Jesús y lo están interrogando en plena noche, está claro que la cosa pinta mal. Jesús les había anunciado su muerte, ahora Pedro se da cuenta de que iba en serio, y si el Maestro es condenado y él se declara abiertamente su discípulo, está perdido, lo matarán junto con el Maestro.
Pedro está más centrado en su miedo, su miedo a morir, que en los sentimientos de Jesús, no es capaz de centrarse en Jesús ¿Cómo se sentirá Jesús? Está solo ante el tribunal, no tiene a nadie que lo defienda, que lo acompañe. Pero a Pedro el sufrimiento de Jesús no le llega, solo tiene miedo a morir.
Al final Pedro llora, se da cuenta que ha fallado a Jesús, su amigo y Maestro. Ahora sí, es capaz de sentir el dolor de no haber podido mantenerse fiel a Jesús. Llora porque sabe que Jesús le perdonará.



Inma Fabregat

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